Mejor encasillarme -más- por un rato y empezar a patear la efervescencia de esta cuestión tan rara.
No quiero querer pisotearte.
No quiero que estés seguro.
No quiero que quieras pisotearme.
No quiero ser la piedra en tu zapato.
No quiero arruinar todo esto.
No quiero tu lástima.
Listo? listo.
I know your deepest, secret fear.
domingo, 3 de mayo de 2009
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